Lo primero es lo primero: tranquilidad. Ya habéis pasado suficientes nervios e incertidumbre en este excepcional 2020 como para seguir complicando las cosas. Los continuos problemas para la convocatoria de los actos de asignación de plaza han acabado atrasando vuestra incorporación, pero no hay mal que por bien no venga: habéis podido disfrutar de unos meses extra de vacaciones, algo que no suele ocurrir en el primer año de Residencia.