Verano. Todo el mundo está disfrutando de sus vacaciones pero tú no solo estás ocupando las horas en memorizar datos, sino que te estás preparando para el examen MIR, la prueba más importante de tu vida como médico. No desesperes: aquí te damos una serie de consejos para preparar la prueba en verano y no morir en el intento.
El lugar
Empecemos por la primera elección y, posiblemente, la más importante de todas: el lugar donde vas a estudiar. A estas alturas ya habrás asumido que “no vas a tener verano”, como seguro que alguno de tus amigos ya te ha dicho. Pero no hay que ser dramáticos: puedes paliar la sensación de tiempo perdido seleccionando tu/s sitio/s de estudio de manera inteligente. Lo más importante es que sea cómodo y que, a la vez, te permita concentrarte.
No hay una regla para encontrar el lugar perfecto, eso depende de cada persona: hay gente que prefiere una biblioteca municipal, otros un despacho en casa y hay quienes estudian mejor en su habitación. En cualquier caso, es clave que esté bien iluminado para evitar el cansancio de ojos o la somnolencia.
Si ya has estudiado alguna materia en profundidad y solo necesitas repasarla para asentar los conocimientos, te recomendamos que algún día intentes aprovechar el buen tiempo y vayas a hacerlo a algún parque o terraza. Incluso, que te sumes a esa escapada de fin de semana que tus amigos o familiares están planeando y repases tus conocimientos desde allí, más relajadamente. No tendrás el mismo rendimiento que si estuvieras en tu entorno habitual, pero te servirá para relajarte un poco sin perder el contacto con las asignaturas.
Con PROMIR, cambiar tu localización de estudio no es ningún problema. Al ser una plataforma online, la versión más actualizada de los temarios, apuntes y ejercicios estará disponible en tu portátil, tableta o teléfono móvil independientemente del lugar desde el que te conectes. De hecho, no necesitas ni llevarte rotuladores. Si te gusta subrayar los conceptos más relevantes, el temario se puede marcar y subrayar en la misma plataforma. Además, si lo necesitas también puedes imprimir cada unidad.
La compañía
¿Te acuerdas de todos esos amigos que no paran de hablar de la barbacoa en la piscina? Es el momento de silenciarlos sus grupos de Whatsapp y buscar otras compañías. Hay muchas personas que prefieren repasar en solitario, pero nosotros os recomendamos hacerlo con otros estudiantes. Y no hay mejores que los que se presentan a la misma convocatoria que tú.
Estar rodeado de personas con un objetivo común no solo os ayudará para concentraros y resolver dudas, sino que os podréis aconsejar mútuamente, comparar resultados de ejercicios, etc. Y si no podéis resolver dudas rápidamente, recordad que en PROMIR tenéis la posibilidad de contactar con tutores y coordinadores de asignaturas online o por teléfono.
El horario
Según un informe de la Universidad de Nevada publicado en 2017, la mejor franja para estudiar empieza a las 11.00 de la mañana y termina a las 9:30 de la noche. Diez horas y media en total, de las que tendrás que restar tiempo para comer y descansar, así que este horario se ajusta perfectamente a las ocho horas de estudio que proponemos en PROMIR cuando el alumno entra en la fase de Construcción. Estas ocho horas se dividen en un entrenamiento de una hora (40 minutos para hacer una prueba con 25 preguntas de temas pautados para ese día y 20 minutos para revisar resultados), siete horas de estudio y un breve repaso final (compuesto por 25 preguntas tipo test en las que podrás detenerte durante su corrección para consultar el temario relacionado en cada una de ellas).
Una pequeña advertencia para los “alumnos búhos” que creen que la noche es el mejor momento para enfrentarse al estudio: esta táctica puede dar buenos resultados a corto plazo porque durante la noche hay más silencio y menos distracciones, pero a largo plazo produce cansancio mental, dificultad para dormir después y una alteración de los horarios que pueden provocar que seas menos eficiente.
El descanso
Probablemente, con tanto temario por delante, te sientas culpable solo con pensar en tomarte un respiro, pero debes saber que el descanso es absolutamente necesario. Estad tranquil@s ya que aún quedan unos ocho meses para el examen. No es momento de dormirse en los laureles, pero tampoco hay que tomárselo como si fuera la semana antes de la prueba.
Utiliza el tiempo de descanso para relajarte; es decir, nada de hablar del MIR en las horas libres que te queden en el día. Y por supuesto, nada de sacar el tema el domingo: ese día lo necesitas para despejar la mente. Además, deberías reservar al menos una semana para irte de vacaciones. Si no quieres desconectar completamente, PROMIR te puede ayudar a mantener los conocimientos adquiridos: siempre que quieras, podrás hacer unos cuantos tests desde la tumbona. Pero en caso de que quieras desconectar, una de las ventajas de nuestra metodología es que no tendrás que pasar largas y agotadoras sesiones sentad@ frente a esa parte del temario a la que no pudiste dedicarle tiempo ya que el calendario adaptativo de la plataforma repartirá las materias de forma equitativa. De esta manera, podrás estudiar todo lo que tenías programado para la semana que te saltaste y apenas te darás cuenta.
Esperamos que estos consejos os hayan ayudado. ¡Feliz verano!