La Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve, desde 1987, el Día Mundial Sin Tabaco con el objetivo de difundir los riesgos para la salud vinculados a su consumo y promover políticas eficaces para reducir su consumo. El lema de este año (2018) es Tabaco y cardiopatías con el que se busca concienciar a la sociedad de la relación entre el tabaquismo y las enfermedades cardiovasculares, al tiempo que se ponen en marcha las medidas oportunas para reducir el riesgo para la salud causado por su consumo.
La OMS afirma que el tabaco mata hasta un 50% de sus consumidores, lo que supone cerca de 7 millones de personas anuales (de las cuales 6 millones son consumidores habituales y alrededor de 890.000 fumadores pasivos).
El informe publicado en 2017 por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones arrojaba los siguientes datos:
- En 2015 el 72,5% de la población de entre 15 y 64 años afirmaba haber probado el tabaco alguna vez en su vida, un 40,2% aseguraba haberlo hecho en los últimos 12 meses, un 38,5% en los últimos 30 días y un 30,8% ser consumidor habitual.
- La edad media de inicio en España del consumo de tabaco es de 16,4 años.
- Por sexo el 77,1% de los hombres de entre 15 y 64 años asegura haber probado el tabaco en su vida frente al 67,9% de las mujeres. En los últimos 12 meses el 44,4% de los hombres habían consumido tabaco frente al 36% de mujeres y en el último mes el porcentaje se reduce al 42,6% en varones y al 34,3% en el caso de hembras.
- Por edad el 38,4% de la población española de entre 15 y 34 años afirma haber consumido tabaco en el último mes frente al 38,6% de los que tienen entre 35 y 64 años.
Evolución de la prevalencia de consumo de tabaco en la población de 15-64 años en España entre 1997 y 2015 (porcentajes):
FUENTE: OEDA. Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES).
Enfermedades relacionadas con el tabaco
El consumo de tabaco es la causa principal del cáncer de pulmón; acelera la frecuencia cardíaca y eleva la presión arterial aumentando el riesgo de hipertensión e incluso ataques cardíacos; afecta a las arterias del cerebro produciendo accidentes cerebrovasculares de diverso grado – isquemias, disfunciones vasculares…-; produce bronquitis; reduce la capacidad del estómago para neutralizar el ácido después de las comidas lo que puede conllevar a una úlcera gástrica y multiplica la posibilidad de padecer problemas de infertilidad y/o complicaciones durante el embarazo/parto.